La situación se deterioró aún más en Senegal, tras la condena de Ousmane Sonko por “corrupción juvenil”. ¿Está comprometido el futuro de Macky Sall? Incluso dentro de la coalición presidencial, algunos se preguntan.
Tras el inicio de las manifestaciones contra el poder, Senegal ya cuenta sus muertos. Cuarenta y ocho horas después de la condena de Ousmane Sonko en su juicio por "corrupción de la juventud", a dos años de prisión, el pasado 1 de junio, ya suman una quincena de muertos. Y lo vimos durante los últimos disturbios, la situación podría empeorar. No elegible, Ousmane Sonko inició hostilidades unos días antes de su sentencia al organizar una "caravana de la libertad". Tiene la intención de liderar una "lucha final" contra el presidente Macky Sall. Hoy, el opositor dice estar "secuestrado". Y en las calles, el tono ha subido un escalón en los últimos días.
Algo que preocupa al presidente Macky Sall, cuyo gobierno ha restringido el acceso a las redes sociales. Un error estratégico, en un país donde Facebook, WhatsApp o Twitter son importantes para los jóvenes. Para el gobierno, se trata oficialmente de poner fin a "la difusión de mensajes de odio y subversivos". Pero, mientras Senegal fue presentado como una democracia ejemplar y uno de los países más estables de África, en particular gracias a las tres alternancias políticas pacíficas desde 1960, la oposición ahora clama por el autoritarismo. En el centro del debate, el potencial tercer mandato al que podría postularse Macky Sall, considerado ilegal por parte de la población.
Manifestantes, hackers, aliados… El peligro puede venir de cualquier parte
Si todos los ojos están puestos en la calle, Macky Sall ahora está bajo ataque en varios frentes. Los ciberataques de los últimos días son prueba de ello. Para protestar contra la "desaparición" de Ousmane Sonko, varios sitios web, incluido el de la presidencia, han sido pirateados por piratas informáticos que dicen apoyar al oponente. “El Estado de Senegal será firme”, asegura el Gobierno tras los hechos ocurridos en el país, tanto en la calle como en la web. Pero para el presidente senegalés, el peligro también podría venir desde dentro. Desde hace varios años, la estrategia política de Macky Sall ha sido clara: se trataba de separarse de sus aliados y ofrecer posiciones a sus oponentes. Una política inspirada en las de sus predecesores, Abdou Diouf y Abdoulaye Wade.
Problema: al traer a los lobos al redil, el presidente senegalés se ha puesto potencialmente en peligro. "Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más", se suele decir. Si Macky Sall optó por la segunda opción, se olvidó de la importancia de mantener a sus aliados a su lado. Al destituir a Ibrahima Abou Nguette, Ansoumana Danfa, ex-encargada de misión en la presidencia de la República, Idrissa Seck o incluso Aminata Touré, que había encabezado la última campaña legislativa por él, el Jefe de Estado ha debilitado su propia base y creado un desequilibrio que, cuando la protesta invade las calles de Dakar, corre el riesgo de ser fatal para él.
Disensión dentro de su propio campo
Ya no tener una mayoría tan cómoda como antes en la Asamblea NacionalPor lo tanto, Macky Sall está políticamente debilitado. También debe ocuparse de las voces que, internamente, están en contra de un tercer mandato. Dentro de la coalición presidencial, los aliados ya protestan contra el silencio del presidente, lo que dice mucho sobre sus ambiciones. Así, Alioune Sarr, exministro de Turismo y Transporte Aéreo y exhombre clave del sistema, ha decidido plantarse contra Macky Sall tras oponerse claramente a un posible tercer mandato. Cheikh Ndiaye, por su parte, insta a la coalición presidencial a posicionarse, al considerar que está "embarcada en un callejón sin salida". Otras personalidades cercanas al presidente podrían, en un futuro cercano, liberar públicamente a Macky Sall. Sobre todo porque, según nuestra información, el presidente senegalés y su homólogo francés Emmanuel Macron son fríos, precisamente por el deseo de Macky Sall de postularse en 2024.
"El arte de la guerra es subyugar al enemigo sin luchar", escribió Sun Tzu en su famoso libro "El arte de la guerra". A pesar de algunos intentos de Macky Sall de cortar de raíz a la oposición, como algunos jefes de Estado africanos han logrado hacer en sus propios países, esta oposición, en los últimos años, nunca ha estado sobre el terreno. Lo que podría haberle allanado el camino a un tercer mandato. Peor aún, con un juego de ajedrez fallido, consistente en promover y luego despedir a ciertas figuras políticas influyentes, "la revuelta podría venir desde adentro", indica una fuente cercana a la coalición gobernante. Si Macky Sall se planteó la cuestión de un tercer mandato, en realidad tendrá que, en primer lugar, asegurarse de poder terminar su segundo mandato. E intente, antes de convencer a la gente, convencer a su propio campo para que lo apoye hasta el final.