Después de la publicación de documentos bancarios en el contexto de las filtraciones de “Congo Hold-up”, otro aspecto de la corrupción en la República Democrática del Congo bajo Joseph Kabila es de interés para el estado.
El presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, ha ordenado una auditoría de las licencias mineras. El jefe de Estado congoleño cree que la medida tiene como objetivo luchar contra el fraude en el sector. Una decisión que llega pocos días después de la publicación de documentos bancarios en los que se destaca el saqueo llevado a cabo por el ex presidente Joseph Kabila y su círculo, comúnmente llamado "Kabylia".
A la espera del final de la auditoría, el presidente de la República Democrática del Congo también exigió la prohibición de emitir o adquirir permisos de minería. Una decisión que debe mucho a la investigación periodística "Demora en el Congo", que permitió revelan que los fondos malversados por Kabila y sus familiares pasaron en su mayoría a través de empresas mineras, muchos de los cuales existen solo gracias a permisos adquiridos ilegalmente.
Tshisekedi dijo durante el Consejo de Ministros del pasado sábado que quería acabar con el despilfarro de activos mineros por parte de actores políticos y funcionarios de la Administración de Minas. "Este saneamiento aumentará la contribución del sector minero al presupuesto del Estado y ayudará, de manera prioritaria, a que la población se beneficie de las riquezas de nuestro país", aseveró el presidente congoleño.
Empresas extranjeras que se benefician de la corrupción
Esta decisión constituye una piedra más en la política anticorrupción de Félix Tshisekedi, quien ordenó, desde el pasado 10 de septiembre, una auditoría sobre las posibles irregularidades en los contratos "infraestructura contra minas", por un valor de 6 millones de euros. Contratos firmados durante la presidencia de Joseph Kabila.
Varios activistas que hacen campaña por la transparencia afirman que la República Democrática del Congo ha perdió miles de millones de dólares en ingresos tras la firma de varios acuerdos mineros durante las últimas dos décadas. El país es el mayor productor mundial de cobalto, el mayor productor de cobre de África y tiene importantes depósitos de oro y hierro.
Según el periodista Erik Bruyland, más del 70% de las minas en la República Democrática del Congo están privatizadas. Entre los mayores operadores mineros se encuentran la empresa suiza Glencore, el israelí Dan Gertler, la empresa kazaja Eurasian Natural Resources Corportaion (ENRC) y, por supuesto, la Comisión China para la Administración y Supervisión de Activos Públicos (Sasac).
Todos estos actores extranjeros integraron el mercado minero congoleño bajo Joseph Kabila, incluso durante el reinado del padre de este último, Laurent-Désiré Kabila. Desde la toma de posesión de Félix Tshisekedi, el presidente de la República Democrática del Congo ha convertido en un punto de honor la lucha contra la corrupción dentro del Estado, que ha provocado notablemente la crisis política con “Kabylia”.
Para Félix Tshisekedi, también se trata de volver a poner a Gécamines, la empresa minera estatal, en el camino correcto. Una misión difícil, a pesar del deseo presidencial de limpiar el sector minero, la corrupción institucional en la República Democrática del Congo es histórica. Un tema eminentemente político, que complica aún más las cosas.
Desmantelar la nebulosa Kabila
Félix Tshisekedi había obtenido la presidencia gracias a un acuerdo político con el Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD). Sin embargo, se ha vuelto cada vez más virulento frente a los acuerdos mineros de Kabila. LOS'Operación de manos limpias en el gobierno y el ejército., con en particular la destitución de la oficina del parlamento y su presidenta Jeannine Mabunda, fue el golpe de gracia que puso fin al acuerdo entre el presidente y su predecesor. El exjefe de gabinete del presidente, Vital Kamerhe, ha sido acusado, el primer ministro Sylvestre Ilunga fue despedido y gran parte de su gobierno fue reemplazado. Por no hablar de la suspensión de varios oficiales de alto rango del ejército.
Esto le ha valido al presidente de la República Democrática del Congo los ataques de parte de la oposición afiliada a "Kabylia". Uno de los primeros oponentes de Tshisekedi, Moïse Katumbi, a pesar de su corta oposición a Joseph Kabila, bien puede estar preocupado por el caso de corrupción en el sector minero. El oponente fue, durante 8 años, el gobernador de Katanga, y emitió o facilitó permisos de minería, en el centro de todas las controversias.
Para lograr sus fines, el presidente congoleño puso a su ministra de Minas, Antoinette N'Samba, al frente del caso. “Las empresas mineras que no respeten sus obligaciones administrativas y sociales deberían tener sus licencias revocadas”, dice Félix Tshisekedi. Las medidas prometidas por la presidencia afectarán a empresas cuyo estado no haya recuperado el 10% que exige la ley, cuando la licencia minera pase de exploración a explotación.