Un año después del establecimiento del Área de Libre Comercio Continental Africana, ¿qué beneficios ha traído ya y qué desafíos enfrenta?
La Área de Libre Comercio Continental Africana (ZLECAf) fue lanzado oficialmente el 1er Enero de 2021. Este instrumento estratégico tiene como objetivo apoyar las economías africanas, fomentar su desarrollo y facilitar su integración.
Si bien es demasiado pronto para elaborar una evaluación de su acción, este artículo tiene la intención de examinar los beneficios potenciales y los desafíos relacionados con la implementación de este acuerdo.
Por qué se relanzó la agenda de “integración regional” en 2018
Entre 2000 y 2015, África se benefició de un crecimiento sostenido, impulsado por una fuerte ola de inversión extranjera directa y marcado por una brusco descenso de la pobreza.
Sin embargo, aún es necesario intensificar la transformación estructural para absorber el excedente de mano de obra agrícola, reducir la dependencia del continente de los recursos naturales y garantizar así un crecimiento menos vulnerable. La caída de los precios de las materias primas desde 2015 y su efecto negativo en el crecimiento del continente han reafirmó esta necesidad.
Es probable que varios factores aceleren el cambio estructural (urbanización, infraestructura, etc.), incluida la integración comercial. En particular, la nueva organización del comercio internacional con la segmentación de los procesos productivos ofrece, como pensábamos, interesantes oportunidades para desarrollar un modelo basado en la integración en cadenas de valor.
De hecho, las cadenas de valor globales brindan a los países la oportunidad de integrarse a la economía global a un costo más bajo al producir solo ciertos componentes o realizar solo ciertas tareas. Esto les permite aprovechar sus ventajas comparativas, al mismo tiempo que diversifican y sofistican sus canastas de exportación.
Sin embargo, en África, el comercio con el resto del mundo sigue estando muy orientado hacia los recursos naturales, mientras que el comercio intraafricano se basa más en bienes procesados.
Cómo es hoy la integración comercial en África
Es esencial distinguir el comercio intraafricano del que se realiza con el resto del mundo. En efecto, las exportaciones intrarregionales están más diversificadas y tienen un mayor contenido tecnológico que las exportaciones al resto del mundo. Los recursos naturales por sí solos representan el 65% de las exportaciones africanas fuera del continente (Gráfico 1).
Según el informe sobre inversión mundial, el 40% de la inversión extranjera directa en África se dirige a industrias relacionadas con los recursos naturales, principalmente en el sector minero. Este último tiene bajo valor agregado y es intensivo en capital, lo que ha impedido el desarrollo de cadenas globales de valor en el sector manufacturero. Esto contrasta fuertemente con el comercio intraafricano, que se basa más en bienes manufacturados (para más de la mitad), pero también agrícolas (para casi el 20%).
Fortalecer la integración regional permitiría el desarrollo de cadenas de valor regionales y luego globales
El comercio intrarregional no representa del 15% del comercio total en África, en comparación con más del 60% en otros continentes. Las comunidades económicas regionales existentes muestran un grado de integración aún demasiado bajo (Gráfico 2), ya que se enfocan principalmente en bajar los aranceles aduaneros sin proponer reducir otras barreras comerciales y sin vincular la política comercial de los países a su política industrial.
Sin embargo, ahora existe esta comunidad económica continental (ya mencionada en los anexos de la Tratado de Abuja de 1991 de integración regional y relanzado por Agenda de la UA 2063) que podría facilitar el comercio intraafricano al permitir una mejor integración de las economías del continente en las cadenas de valor.
Veamos primero el contenido porque si es demasiado pronto para hacer una evaluación, todavía podemos preguntarnos sobre el capacidad de este dispositivo apoyar el desempeño económico de los países del continente.
Se puede apreciar que la ZLECAf pretende hacerse cargo de los temas decisivos para la integración a las cadenas de valor, aquellos que nunca o pocas veces han sido abordados en los anteriores acuerdos regionales del continente. El acuerdo propone protocolos para que los 54 países acuerden diferentes reglas comerciales relacionadas con estándares de productos, servicios, comercio electrónico, derechos de propiedad intelectual, competencia e inversión. El objetivo no es ser un simple acuerdo comercial, sino un instrumento estratégico para el desarrollo y la integración de África.
Los sectores frecuentemente citados como potenciales beneficiarios de este nuevo marco son principalmente la industria, luego los servicios y finalmente la agricultura. La agroindustria podría crecer regionalmente, especialmente si los países pueden acordar estándares sanitarios y fitosanitarios.
El surgimiento del sector farmacéutico, que parecía necesaria con la pandemia de la Covid-19, dependerá también de que se avance en el capítulo de normas fitosanitarias, pero también de los acuerdos sobre el protocolo sobre derechos de propiedad intelectual. El sector textil podría ver transcurrir todo el ciclo de producción de prendas de vestir en el continente, si los países acuerdan las reglas de origen de las mercancías y el protocolo que rige las inversiones.
Las expectativas también son altas en los cinco sectores de servicios incluidos en el acuerdo y, más en particular, para los servicios empresariales, el turismo, pero también el transporte. Los resultados en estas áreas también dependerán de los avances en los anexos de libre circulación de personas del acuerdo y los memorandos de entendimiento sobre inversión y comercio electrónico.
El estudio de Banco mundial indica que la demanda de servicios con el fin de exportar bienes también debe aumentar y beneficiarse del establecimiento de la zona de libre comercio.
Los desafíos de la integración regional y el AfCFTA
No obstante, habrá que superar ciertos desafíos para que la AfCFTA cumpla sus promesas de desarrollo económico y complete este objetivo de integración con políticas de acompañamiento para lograr un transformación estructural en beneficio del mayor número.
- Encontrar un terreno común entre los 54 estados miembros
La Agenda 2063 de la UA lleva consigo tres objetivos de difícil conciliación para la constitución de la ZLECAf. Estos tres objetivos son la integración profunda, la amplia membresía de los países y la solidaridad panafricana. Esto forma lo que Melo et al.. llama el "trilema" de la integración regional en África. Será decisivo encontrar el equilibrio entre un acuerdo con el mayor número posible de miembros heterogéneos y avanzar a fondo en temas sensibles ofreciendo un trato más favorable a los países menos adelantados.
Gestionar la armonización con los acuerdos regionales existentes en el continente
Habiendo sido lanzada la agenda de integración regional hace casi treinta años, los países de la Unión Africana se adhieren a comunidades económicas regionales (REC), que ya tienen sus propias reglas, y en ocasiones a organizaciones (como uniones aduaneras) que incluyen un mayor nivel de integración que la zona de libre comercio. Los CER tendrán que armonizar sus reglas de funcionamiento para que sean lo más consistentes posible con las de la ZLECAf.
La implementación del AfCFTA creará ganadores y perdedores dentro de cada país y entre los diferentes Estados miembros. Está previsto un mecanismo de compensación, pero aún no se ha elaborado nada. No hay duda de que la implementación efectiva de este acuerdo dependerá de la satisfacción de los Estados miembros con respecto a este mecanismo. La Secretaría de AfCFTA ya está anticipando ofrecer asistencia a cada Estado miembro para establecer políticas de apoyo, a fin de ofrecer compensación a aquellos que menos se beneficiarán económicamente de este acuerdo. Esto será necesario para evitar bloqueos por parte de los países signatarios.
Sobre todo, las ambiciones planteadas y las aspiraciones planteadas por la ZLECAf no pueden materializarse sin una transformación estructural real, inclusiva, de las economías africanas. Se necesitarán más reformas y políticas complementarias en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel nacional y continental (infraestructura, transformación digital, energías renovables, género, educación) para que el AfCFTA sirva de manera efectiva a la transformación estructural a favor de una mayor productividad, mejor el crecimiento y la creación de empleos decentes, entre otros.
julien gourdon, economista, Agencia Francesa de Desarrollo (AFD)
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