Desde el 22 de mayo, el Foro Económico Mundial (WEF) ha comenzado en Davos, Suiza. Además de la ausencia de los jefes de Estado de las potencias mundiales y de las pequeñas delegaciones de empresas, bancos y lobbies acostumbrados al evento, pocos funcionarios africanos realizaron el viaje.
Después de dos años de parón obligado, el Foro de Davos se desarrolla este año en un contexto muy particular. La guerra en Ucrania, la pandemia de Covid-19, la crisis del gas y los cereales y la inflación récord serán discutidas entre los mandamases de la economía, la industria y los negocios y los "campesinos". Esto no concierne necesariamente a los países en desarrollo, sino al mundo entero.
Durante su última edición, en enero de 2020, el WEF había registrado una gran participación africana, habiendo realizado el viaje, en particular, una docena de jefes de Estado. Se trataba entonces de promover el “gran reinicio”, es decir, un “nuevo modelo de gobernanza draconiana o incluso una gran operación de marketing verde”, estimó el comunicador Pascal Hérard.
Este año, Rusia fue excluida del Foro de Davos, ningún jefe de Estado de los países de la OTAN viajó a Suiza y la participación china se limitó a unos pocos inversores y un mensaje pregrabado de Xin Jinping. Del lado de África, está lejos de la época en que Nelson Mandela conoció allí a Frederik de Klerk, o Saif al-Islam Gaddafi marcó el fin de las hostilidades entre Berna y su padre, unos meses antes de la muerte del "Guía de los Revolución Libia", precipitada por los bombardeos occidentales.
La Unión Africana se centró en Malabo
¿Un desinterés africano general? No realmente. Algunos países africanos han enviado a sus emisarios por la estación de esquí suiza. Si Egipto, Ruanda, Costa de Marfil, Túnez y Sudáfrica participan en este "escaparate occidental de un mundo a la deriva" -en palabras de la economista Madeleine von Holzen-, fue principalmente para defender sus casos ante líderes empresariales y otros autoridades económicas y financieras.
Si no estás en Davos, Suiza, probablemente estés en el menú.
- Nina Turner (@ninaturner) 23 de mayo de 2022
Dos ausencias africanas son obvias. Primero, el de una delegación de la Unión Africana (UA). Si el presidente en ejercicio Macky Sall no estuviera realmente obligado a participar en la FEM, el presidente de la comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, podría haber representado al organismo en Davos. No obstante, el chadiano se encuentra actualmente en Malabo, donde se prepara para las dos cumbres extraordinarias de la UA que se celebrarán el 27 y 28 de mayo.
Entonces, es sobre todo la ausencia por el togolés Gilbert Houngbo, que será a partir de octubre el primer jefe africano de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se advierte. Una cita que ha atraído el apoyo de varios países africanos y meses de cabildeo. Gilbert Houngbo fue durante años el director para África del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Después de casi cuatro años como Primer Ministro de Togo, también presidió el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). En calidad de tal, participó en tres ocasiones en la cumbre de Davos, donde representó los intereses africanos.
Y, precisamente, hoy, cuando África está experimentando una escasez sin precedentes de productos alimenticios y se encuentra más dependiente que nunca de las importaciones de cereales y productos alimenticios, Gilbert Houngbo ha decidido ausentarse de Davos. Una cumbre donde los principales invitados son el FMI, el Club de París, el Banco Mundial, la Unión Europea (UE), el Bank of America (BOA), entre otros.
Algunos líderes africanos presentes en el foro de Davos
Sin embargo, algunos jefes de estado africanos están presentes en el foro de Davos. Entre ellos, Emmerson Mnangagwa de Zimbabue, Masisi de Botswana, el presidente de Namibia, Hage Geingob, y el jefe de Estado de Ruanda, Paul Kagame.
También se esperaba en Suiza al presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, pero tuvo que ausentarse por la crisis de seguridad en su país. Lo mismo ocurre con el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sissi, quien no explicó su ausencia, pero envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry. Este último se reunió con el presidente del foro de Davos, Børge Brende, y centró sus intervenciones en la próxima Conferencia sobre cambio climático (COP 27), que se celebrará en noviembre en Egipto.
El Primer Ministro de Costa de Marfil, Patrick Achi, defendió por su parte la importancia de la inversión extranjera en la industria del chocolate. Costa de Marfil es el mayor productor de cacao del mundo y domina el cultivo de cacao con la vecina Ghana. Qué mejor lugar para hablar de chocolate que Suiza.
Otro invitado africano de alto perfil, La jefa de gobierno de Túnez, Najla Bouden. El líder tunecino ha multiplicado los encuentros, en particular con el creador del foro de Davos, Klaus Schawb, pero también ha mantenido una sesión de trabajo con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. Túnez se enfrenta desde hace años a una grave crisis financiera y los sucesivos líderes luchan por encontrar una solución.
Es un placer reunirme con la Sra. Najla Bouden, la primera mujer Jefa de Gobierno de Túnez y en MENA. Discutimos los esfuerzos de Túnez para comenzar con un conjunto holístico de reformas para impulsar el crecimiento, crear empleos y proteger a los vulnerables. pic.twitter.com/GIInfdON6d
- Kristalina Georgieva (@KGeorgieva) 23 de mayo de 2022