Este lunes, los tunecinos votan por una nueva Constitución, propuesta por su presidente Kaïs Saïed. Un referéndum que no debería fascinar a las multitudes…
Este lunes 25 de julio de 2022 es un día bastante especial para los tunecinos. Ha pasado un año desde Kaïs Saïed, el presidente tunecino, se otorga plenos poderes. Para la ocasión, este día se ha convertido, por tanto, en festivo. Y será una oportunidad para que los votantes regresen a las urnas, a poco más de dos años de las últimas elecciones legislativas. Esta vez será decidir a favor o en contra de la nueva Constitución.
Una votación que provocó polémica: tras haber entregado una Constitución que contenía "errores de forma o de disposición", Kaïs Saïed no publicó el texto definitivo hasta hace dos semanas.
Sin embargo, la Constitución debe ser adoptada. La oposición ya clama por una deriva autoritaria, aunque el capítulo 55 del texto, relativo a los derechos y libertades, asegura que "no se podrá restringir los derechos y libertades, garantizados por esta Constitución, sino en virtud de una ley". y por una necesidad exigida por un sistema democrático y para proteger los derechos de los demás, o por necesidades de la seguridad pública, la defensa nacional o la salud pública”.
¿Qué participación?
Sobre todo porque el capítulo 90, relativo a la candidatura a la presidencia de la República, indica que “la presidencia de la República no puede ejercerse por más de dos períodos sucesivos o separados”.
Otro capítulo de la Constitución, relativo al estado civil, también ha suscitado muchos debates. Indica que “Túnez es parte de la nación islámica, y el Estado solo debe trabajar en el marco de un sistema democrático, para lograr los objetivos del Islam puro en la defensa de uno mismo, el honor, el dinero, la religión y la libertad.
Aun así, el texto sigue siendo austero para muchos tunecinos, que se contentan con seguir los debates por televisión o radio. Pueden así entender, como piensa parte de la sociedad civil, que el presidente Kaïs Saïed esté planeando “una concentración excesiva de poder”.
Ahora queda por ver cuál será la tasa de participación, en última instancia, el único tema de la votación de hoy. Porque el partido islamista Ennahdha llamó al boicot, juzgando el "proceso ilegal", mientras que la UGTT, principal sindicato del país, no dio instrucciones para votar.
La campaña del sí también se parece a la de Kaïs Saïed durante las elecciones presidenciales de 2019: pocos carteles, consignas o incluso reuniones. Kaïs Saïed parece contar con su popularidad que, si bien no es tan fuerte como cuando comenzó, sigue siendo buena.