En Senegal, el F24 anunció apoderarse de la CPI para que “los numerosos crímenes cometidos desde 2021 no queden impunes”. ¿Puede la plataforma, que reúne en particular a los opositores políticos de Macky Sall, desempeñar un papel?
Después de la M5 en Malí o la M23 en Senegal, que habían luchado contra el tercer mandato de Abdoulaye Wade, la F3 está en proceso de estructuración, todavía en Senegal. El F24 quiere ser una plataforma “para la lucha de las fuerzas vivas de la Nación”. Una forma de decir que está formado por figuras políticas de oposición o independientes, pero también miembros de la sociedad civil o sindicatos. El número 24 hace referencia expresa a 24, año de elecciones presidenciales en Senegal.
Y este es el leitmotiv de la coalición, que agrupa a un centenar de entidades: impedir un posible tercer mandato de Macky Sall. Pero desde hace varios días, el tono se ha endurecido dentro de F3, que acaba de anunciar “la remisión inmediata a la CPI (Corte Penal Internacional) y a todos los organismos internacionales para que los numerosos crímenes cometidos desde 24 no queden impunes”.
El tono se eleva
Al frente de la coordinación de la plataforma, encontramos a un tal Mamadou Mbodj. El senegalés ya era conocido en el momento del lanzamiento del M23, en 2011. Mbodj lamenta la "decadencia democrática" de Senegal y pide "una movilización muy grande de ciudadanos senegaleses para que Macky Sall admita que no puede y que debe no postularse para un tercer mandato. Antes asegura que el F3 tiene "una fuerza disuasoria mayor que la del M24".
Si el F24 lógicamente se pone del lado de los manifestantes, y "denuncia las redadas sistemáticas de las que son víctimas muchos menores y caen bajo la similitud de los cargos en los cientos de expedientes", también se alinea detrás de Ousmane Sonko, del que exige el cese inmediato del bloqueo en su domicilio, denunciando "la implacabilidad de la que este último es víctima".
El trapo arde desde hace varios meses, entre el F24 y el presidente senegalés. Pero en los últimos días, el quiebre ha sido más significativo a la hora de la negativa de la plataforma a participar en el diálogo nacional. Desde entonces, el F24 ha asegurado que solo le preocupa una cosa: “Hacer frente al régimen del presidente Mack Sall”.
Pero el mensaje enviado por el F24 es en realidad más amplio que una simple negativa al 3er mandato: el movimiento exige la liberación de los detenidos "políticos", la organización de elecciones inclusivas y transparentes y, sobre todo, la modificación del Código Electoral. incluir candidatos condenados por los tribunales.
Sonko, Touré, Fall… ¿Aliados hoy, adversarios mañana?
El F24 había llamado, el 12 de mayo, a una gran movilización. Finalmente tuvo que esperar el veredicto en el juicio de Ousmane Sonko para que la plataforma realmente volviera a la palestra.
Pero su vida será necesariamente limitada en el tiempo. Con miembros como Ousmane Sonko, el exalcalde de Dakar Khalifa Sall, Déthié Fall o incluso Aminata Touré, está claro que en el momento de las elecciones presidenciales de 2024, esta última se verá envuelta en una difícil campaña electoral.
Si en el momento de su creación el F24 decía querer “defender la Constitución y no los problemas subjetivos y personales” y querer “trascender los partidos políticos”, la plataforma sabe que se ha convertido en una herramienta política contra Macky Sall. en particular a causa de sus miembros. Para evitar una politización inevitable, el F24 todavía espera convencer a los sindicatos centrales y a los religiosos para que se unan a la plataforma.