Uagadugú ha exigido la salida de todos los soldados franceses presentes en Burkina Faso y denuncia un acuerdo de cooperación militar con Francia firmado en 1961.
Es el final de un acuerdo que tiene más de sesenta años. En un comunicado de prensa, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Burkina Faso solicita “la salida definitiva de todo el personal militar francés en servicio” en Burkina Faso en el plazo de un mes. Un ultimátum que parece que podría estar equivocado a petición de Bamako en el momento deexigen la salida de los soldados de la Operación Sable. Pero en realidad se trata de denunciar otro acuerdo, firmado entre Francia y Burkina Faso –que entonces se llamaba Alto Volta– el… 24 de abril de 1961.
Ese día se firmó un "acuerdo de asistencia técnica militar" entre los dos países, mientras que el Alto Volta había obtenido su independencia un año antes. El documento, por ejemplo, prevé la presencia de cooperantes franceses en varios sectores -defensa, seguridad y protección civil- en Burkina Faso. Una suerte de transferencia de capacidades que se prolonga así durante seis décadas y que da apoyo, tanto económico como material y humano, al ejército del país de África occidental.
Acuerdos como este, Francia ha firmado varios en África. Conocidos como los "Acuerdos franco-africanos de defensa y asistencia técnica militar (AMT)", fueron firmados en el momento de la independencia, entre el 22 de junio de 1960 y el 19 de junio de 1961, en 1963 para Togo. Ellos “constituyen la red más fuerte y consagran en el campo la noción todavía muy abstracta de cooperación, escribe la investigadora Camille Evrard. El desafío, entre otras cosas, es lograr la firma de acuerdos de cooperación militar a raíz de la transferencia de capacidades, para mantener la estructura militar de la organización tardocolonial transformada en Comunidad”.
Acuerdos laboriosamente negociados
“En este cambio repentino y precoz que está experimentando la Comunidad, la idea de cooperación militar reemplaza a la de dominación de facto que hasta entonces caracterizaba la posición de Francia. El arreglo imaginado para permitir la independencia africana al tiempo que proporciona herramientas de influencia se basa en la ley constitucional del 4 de junio de 1960, que prevé la posibilidad de que los Estados se independicen al firmar acuerdos de adhesión a la Comunidad, los llamados 'renovados'", continúa el investigador.
El argumento de Burkina Faso está en línea con el discurso adoptado en el momento de la solicitud de salida de los soldados de la Operación Sable: el país quiere recuperar su soberanía, en términos de seguridad militar en particular. Nada nuevo: en la década de 1960, varios países habían revisado sus acuerdos militares con Francia para recuperar, también, su soberanía. París había logrado entonces mantener tropas militares en el continente “gracias a las bases negociadas, a menudo laboriosamente”, indica Camille Evrard.
Así, en Malí y Madagascar por ejemplo, Francia firmó un acuerdo militar en junio de 1960 que, como indica un informe del Senado francés de la época, permite a las fuerzas francesas "circular libremente por los territorios malgaches y malgaches". En agosto de 1960 se firmó el mismo tipo de acuerdo con Chad, República Centroafricana, Gabón e incluso Congo-Brazzaville.
Posibilidad de apelar a Francia
Pero, matiza el investigador francés, “hay que distinguir entre los acuerdos de defensa, que establecen las condiciones para la intervención de las fuerzas francesas en suelo de los Estados firmantes, y los de AMT, que prevén la asistencia necesaria para el establecimiento de sus ejércitos nacionales. Cada ex colonia francesa, después de su independencia, logró negociar diferentes acuerdos con París.
Pero en todo caso, los acuerdos, ya sean de defensa o de asistencia técnica militar, estipulan todos el "deber de asistencia mutua de los dos países para preparar y asegurar su defensa", pero también la posibilidad de "llamar a Francia", con la firma, en este caso, de convenios especiales. En 2022, Malí había considerado la presencia francesa como "ilegal" y contraria a la soberanía maliense. Un año después, Burkina Faso también está en esta línea. Está claro que los acuerdos de la década de 1960 devolvieron a los países africanos afectados su soberanía en materia de defensa. Con el tiempo, Francia aparentemente ha olvidado estos acuerdos y, en ocasiones, se ha impuesto sin pedir la opinión de los países anfitriones.