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En las urnas (2/7): Ali Bongo Ondimba, un líder sin delfín

El presidente de Gabón no ha preparado su sucesión y lógicamente debería ser candidato a su propia reelección en 2023.

2023 podría haber sido el año de la sucesión. Ali Bon Ondimba, según observadores de la vida política gabonesa, había preparado el terreno para su hijo, Noureddin Bongo Valentin. El hijo del presidente gabonés había sido designado coordinador general de los asuntos presidenciales, lo que le situaba, de hecho, como heredero natural de la familia. Sobre todo porque contó con el amplio apoyo de la Primera Dama, Sylvia Bongo. Pero Noureddin Bongo Valentin finalmente fue despedido de su cargo.

El oficialismo, por tanto, ha decidido finalmente dar su confianza al presidente saliente. Es Ali Bon Ondimba quien se postulará para un nuevo mandato. Una decisión que, hace un año, parecía imposible: el presidente gabonés se encontraba, según los rumores, en un estado de salud muy grave. Su historial político fue, además, cuestionado. El hecho es que lógicamente debería regresar a su cargo durante las próximas elecciones presidenciales, que también serán una oportunidad para organizar elecciones legislativas, locales y senatoriales.

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Si aún no tiene un subcampeonato, Ali Bongo reina en solitario. Con, frente a él, una oposición todavía demasiado débil y desorganizada para poder ganarle. Y el campo en el poder también está preparando el terreno. Un terreno favorable para una reanudación de las funciones que ocurriría sin caos, incluso en caso de disputa en las urnas.

Objetivo: cero violencia postelectoral

De hecho, el gobierno de Gabón, a fines de diciembre, lanzó una idea: lanzar una campaña sobre el tema "Cero roturas en 2023". El objetivo es evitar la violencia postelectoral, como ya ha vivido el país. Una forma de prevenir: el hijo de Omar Bongo recuperará la presidencia diga lo que diga la oposición.

Mientras tanto, todo va encajando: el Tribunal Constitucional debe transferir todos los poderes electorales al Centro Electoral de Gabón (CGE) y nombrar nuevos miembros. Ali Bongo también quiere una ley electoral hecha a la medida para evitar que los disidentes lo eclipsen. Por lo tanto, el Partido Democrático de Gabón (PDG) debería ver una vez más a su líder ganar una elección presidencial.

Pero para Bongo, no es tanto el 2023 que promete ser difícil. Tras su posible reelección, el presidente debe a toda costa unirse, actuar y, sobre todo, prepararse para el futuro. Sin un delfín, de hecho, es probable que provoque celos y haga que la situación política sea aún más frágil de lo que es hoy.

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