En Camerún, los operadores telefónicos han sido sancionados por el Estado, que considera que su calidad de servicio es demasiado baja en relación con las tarifas aplicadas.
La rebelión de los Estados ante las carencias de las operadoras telefónicas esta lanzado? En varios países, estos famosos operadores son regañados por los usuarios, quienes denuncian una relación calidad-precio muy baja. En Burkina Faso, el mes pasado, las asociaciones de consumidores habían golpea el teléfono durante una hora denunciar precios demasiado altos y servicios demasiado mediocres.
Por el lado de Togo o Senegal, los operadores han sido sancionados por las respectivas autoridades reguladoras de los dos países. Pero por el lado de las empresas en cuestión, lamentamos “objetivos complejos y desproporcionados” y “falta de normalización técnica y de colaboración o consulta de la industria”. En otras palabras, los Estados no ayudan lo suficiente a los operadores para desplegar su red.
Una lesión de larga data
Esta no es, por supuesto, la opinión de los gobiernos. Como en Camerún, donde los operadores fueron sancionados la semana pasada. Los usuarios cameruneses habían protestado enérgicamente contra las tarifas aplicadas por los operadores y la mala calidad de los servicios ofrecidos por estos últimos.
Resultado: se impusieron 6 millones de francos CFA a los cuatro operadores aprobados por las autoridades camerunesas: MTN Camerún, Orange Camerún, Viettel y Camtel. La presión del boicot ciudadano, como había ocurrido en Burkina Faso, funcionó. Los iniciadores de este movimiento exigieron más respeto de las empresas de telecomunicaciones.
Alphonse Abena, presidente de una asociación de consumidores, pide al Estado que vaya más allá: "Pedimos que se reduzcan los costos de comunicación y las tarifas de conexión a Internet para que se compense el perjuicio de larga data, meses y años, que sufren los consumidores cameruneses". ," él dijo.
Es cierto que las asociaciones han suspendido su boicot ciudadano. Pero siguen atentos a la evolución de la situación. Los operadores tendrán que pagar. Pero también tendrán que revisar su política de precios o la calidad de sus servicios, para evitar nuevas acciones por parte de sus usuarios.