Atacado por la Iglesia católica, que cree que la democracia ha declinado en la República Democrática del Congo, el presidente Tshisekedi arremetió contra los obispos, pidiéndoles que ejerzan moderación.
Felix Tshisekedi lo describe como una "deriva peligrosa". Según el presidente congoleño, la Iglesia católica ha tomado un camino equivocado. Y a medida que se acerca la elección presidencial, el papel de la institución religiosa es apaciguar en lugar de echar leña al fuego.
Sin embargo, los obispos congoleños han decidido socavar al presidente congoleño. Los congoleños, dijeron miembros de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO), deben “despertar” de su “sueño” para exigir elecciones creíbles.
Pero, sobre todo, los obispos creen que asistimos, en la República Democrática del Congo (RDC), "a un retroceso deplorable caracterizado por la represión violenta de las manifestaciones de la oposición, la restricción de la libertad de movimiento de los opositores, intentos de proyectos de ley discriminatorios, la instrumentalización de la justicia y detenciones arbitrarias”.
Algo para cabrear a Felix Tshisekedi. Invitado el domingo a hablar durante la celebración de los 25 años de vida episcopal del obispo de Mbujimayi, el presidente lanzó un auténtico panfleto contra la Iglesia. “El Estado congoleño y la Iglesia católica tienen la obligación de colaborar y caminar juntos”, advirtió. Y esta es una oportunidad para mí de hacer sonar la alarma aparentemente sobre cierta deriva observada dentro de la Iglesia Católica. Una deriva que calificaría de peligrosa, sobre todo en este año electoral.
Y el presidente congoleño para llamar a la Iglesia católica a "predicar el amor, la unidad", y a "acompañar de la misma manera a todos los hijos de la República que están en la política".
Un cuestionamiento raro en la RDC, tan fuerte es la influencia de la Iglesia. “La Iglesia Católica en el Congo siempre ha tenido un papel algo central en el juego político en la República Democrática del Congo. Este no data de hoy, ya había jugado un papel fundamental en el sistema político del Congo, antes de la colonización. Hay una influencia que siempre se ha mantenido durante décadas”, resume Trésor Kibangula, analista político de Ebuteli, Instituto congoleño de Investigación sobre Política, Gobernanza y Violencia.
Pero para CENCO, la Iglesia es ahora un simple resguardo. Y un baluarte contra los excesos de los sucesivos líderes. “A partir del día en que tengamos gobernantes que cuiden bien de la población, la Iglesia se manifestará cada vez menos en cuestiones sociopolíticas”, afirma Donatien N'shole, obispo y secretario general de la CENCO.
La salida de Félix Tshisekedi demuestra en todo caso que ha surgido una tensión entre él y los obispos. Al presidente congoleño le quedan seis meses para intentar convencer a CENCO de ser más neutral.