Egipto, que había considerado una candidatura para organizar la Copa del Mundo de 2030 con Arabia Saudita y Grecia, ha cambiado de opinión. Marruecos ha presentado oficialmente su candidatura junto a España y Portugal.
¿Dónde se llevará a cabo la Copa Mundial de la FIFA en 2030? Esta es la pregunta que ya se hacen los aficionados al fútbol. Y es probable que la elección sea binaria: por un lado, Sudamérica se ha posicionado con una candidatura conjunta de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay; por otro, España, Portugal y Marruecos se verían organizando una edición con acentos mediterráneos. Pero se esperaba otra candidatura: la de Arabia Saudí, que había convencido a Egipto y Grecia para sumarse a ella.
La Copa del Mundo 2030 es simbólica: es el 100 aniversario de la Copa del Mundo. Y en un hecho histórico, imaginamos que la FIFA buscará marcar la ocasión. Ya sea trayendo la competencia de regreso a Sudamérica, donde todo comenzó, ya que fue en Uruguay donde se llevó a cabo la primera edición del torneo. Ya sea conservando la primera aplicación de dos continentes: África y Europa.
Para esta última opción, sólo Marruecos parece seguir en la carrera. En efecto, mientras la presentación oficial de los expedientes llega a su fin, Egipto habría cambiado de tono, mientras que el reino de Cherifian formalizó su candidatura con España y Portugal el pasado 14 de marzo.
¿Qué sucedió para que la alianza entre Arabia Saudita, Grecia y Egipto se tambaleara? Esto tuvo una gran ventaja, ya que los países en cuestión ofrecieron una Copa del Mundo organizada por miembros de tres confederaciones diferentes, a saber, asiática, africana y europea.
Para El Cairo, este no es el momento…
Si el trío no logró ponerse de acuerdo, es en parte por culpa de Grecia, que no cuenta con la infraestructura necesaria. Arabia Saudita se había ofrecido a ayudar a financiar varios estadios, pero Atenas no estaba necesariamente interesada, mientras que el país apenas se recupera de una grave crisis económica.
Pero el mes pasado fue El Cairo el que sepultó definitivamente las esperanzas saudíes, mientras Riad se veía bien organizado a corto plazo, como su vecino qatarí, un Mundial. El ministro de Deportes de Egipto, Ashraf Sobhi, anunció en abril pasado que se negaba a participar en la carrera por la Copa del Mundo de 2030.
El principal motivo es no eclipsar a Marruecos. El reino mantiene estrechas relaciones con la FIFA y la Confederación Africana de Fútbol (CAF), más aún desde la elección de Motsepe al frente de este último. Una oferta de Arabia Saudita-Egipto-Grecia parece condenada al fracaso y, a veces, es mejor no tentar al destino.
Segunda razón: Egipto no tiene una economía floreciente, sobre todo porque la guerra en Ucrania ha tenido un impacto considerable en la vida cotidiana de los egipcios. A El Cairo le resultaría difícil invertir en una Copa del Mundo, un pozo de dinero real, especialmente después de una Copa Africana de Naciones (CAN) de 2019 que había tenido problemas para ganar.
Según fuentes cercanas al Ministerio de Deportes de Egipto, El Cairo preferiría organizar otras competiciones antes de probar suerte en un Mundial. Estamos hablando en particular de los Juegos Olímpicos de 2030. Arabia Saudita será la sede de los Juegos Asiáticos de Invierno en 2029.