Tras más de un año y medio como ministro de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra ha sido despedido. Lo reemplaza Ahmed Attaf, jefe de la diplomacia en la década de 1990.
Ramtane Lamamra ya no es oficialmente el Ministro de Relaciones Exteriores de Argelia. Desde hace varios días abundan las especulaciones sobre el futuro del jefe de la diplomacia. Ayer, el presidente Abdelmadjid Tebboune puso fin al suspenso al llevar a cabo una remodelación ministerial. A pesar del mantenimiento del Primer Ministro, Lamamra fue relegado a favor de Ahmed Attaf. Este último está avezado en este puesto, que ya ocupó en la década de 1990. En cuanto a Ramtane Lamamra, es el aplauso final. Los últimos meses han sido decisivos para la elección del presidente de separarse de su canciller.
Desacuerdos con la presidencia
Seguro de ser expulsado del gobierno, se dice que Lamamra decidió presentar su renuncia al Primer Ministro. La culpa de los persistentes desacuerdos con el entorno del jefe de Estado. Fue en el momento de los cambios en el cuerpo diplomático cuando habrían aparecido las primeras tensiones: embajadas y cónsules que dos estrechos colaboradores del presidente Tebboune decidieron reorganizar. En desacuerdo, Ramtane Lammara se opuso a los nombramientos propuestos por el séquito del presidente, pero no logró ganar su caso.
Desacuerdos que han sumido a Ramtane Lamamra en una extraña situación: mientras él ha sido omnipresente en la escena internacional en los últimos años, el jefe de la diplomacia se ha borrado a sí mismo. Llegando al extremo de dejar de comunicarse en su cuenta de Twitter, que ha permanecido inactiva este año. El plato fuerte fue la visita, el pasado fin de semana, de Josep Borell, vicepresidente de la Comisión Europea, a Argelia. Lamamra no estaba en la cita, sino el primer ministro argelino, Aymen Benabderrahmane, y el posible reemplazo de Lamamra en su cargo, Amar Belani, secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores. que fueron vistos junto al español.
¿Errores diplomáticos?
Finalmente, según la prensa, queda el hecho de que las ambiciones presidenciales de Lamamra han sido mal vistas. Según Africa Intelligence, Lamamra habría tenido contacto telefónico con personalidades del primer círculo del presidente francés Emmanuel Macron, sin que se hubiera mantenido informado al mandatario argelino. La prensa marroquí se complace en señalar que fueron los fracasos diplomáticos de Ramtane Lamamra los que le costaron su puesto, los anuncios de apoyo al plan marroquí por parte de varios países entre ellos España, pasando por la cumbre de la Liga Árabe, durante la cual no había recibido a su homólogo marroquí, Nasser Bourita, ni siquiera el escándalo del Campeonato Africano de Naciones.
Más allá de los rumores, ahora se sitúa en una nueva era. Lamamra habrá estado un año y ocho meses al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Para Ahmed Attaf, se tratará tanto de continuar el trabajo realizado en los últimos años por la diplomacia argelina, como de imponer un nuevo estilo. Exjefe de la diplomacia, de 1996 a 1999, Attaf es un conocedor de dos temas candentes: el Sáhara Occidental y las relaciones con Marruecos.