Las autoridades camerunesas, ante la escasez de combustible, han decidido requisar las existencias de varias empresas.
El combustible se ha convertido en un problema importante en Camerún. Hay que decir que las autoridades locales tienen algunos malos recuerdos de 2008. En febrero de ese año, la subida de los precios de los combustibles había provocado un descontento que había dado lugar a disturbios. Los rumores de un aumento en el precio del pan habían generado mucha ira. En más de una semana de manifestaciones, el balance había sido terrible: más de una veintena de muertos y muchos heridos tras los disparos de la policía. Para calmar a los alborotadores, el gobierno otorgó a los sindicatos de taxistas una reducción en el precio de venta de la gasolina.
Cuando Paul Biya parece debilitado por un estado de salud que preocupa a su círculo íntimo, no cabe duda de que la presidencia camerunesa revive los hechos de 2008. El palacio también ha comprado la paz social al concentrarse en el abastecimiento de las estaciones de servicio.
Y empezó con una serie de anuncios, como para poner fin, río arriba, al creciente descontento. Precisamente el Ministerio de Agua y Energía (Minee) ha querido tranquilizar a su población indicando que ha encargado cerca de 250 metros cúbicos de combustible para hacer frente, en un futuro inmediato, al desabastecimiento provocado por el conflicto en Ucrania. Ya se han recibido 000 metros cúbicos, cuando el Minee asegura esperar 190 metros cúbicos adicionales que deben llegar por barco en las próximas 000 horas.
Existencias requisadas
Suficiente para permitir que los transportistas y taxistas aguanten. Pero Camerún, de momento, ve a corto plazo: las cantidades anunciadas por el Minee solo permitirán a Camerún tener un mes y medio de autonomía.
Prueba de que la situación es preocupante: mientras que en las últimas semanas ha sido necesario curiosear en varias estaciones de servicio para encontrar combustible, varias compañías han dado la voz de alarma. Como Eneo, que indicó al gobierno, el mes pasado, “la insuficiencia de combustible a nivel de la SCDP”, la Compañía Camerunés de Depósitos de Petróleo.
Ante esta situación, la Compañía Azucarera de Camerún (Sosucam) tuvo que poner a disposición del gobierno sus reservas de petróleo. Una solución de problemas que provocó que la producción de Sosucam se detuviera hasta el 26 de abril.
Para no preocupar a la población, Sosucam fingió una interrupción del suministro por parte de su proveedor, Tradex. Pero el estado en realidad requisó el stock de combustible de la empresa, que estaba almacenado en el SCDP.
El combustible se envió a varias regiones: Ngaoundéré, Garoua y Maroua, con carácter prioritario. El estado parece estar preocupado por la situación. Al favorecer las estaciones de servicio, de hecho está poniendo en peligro a sus industriales. Un descontento empresarial parece ser más fácil de resolver que un descontento social.