El presidente francés ofrece a su homólogo ecuatoguineano un mano a mano para resolver el caso del palacete del número 42 de la avenida Foch de París, incautado en el marco del asunto de las ganancias ilícitas.
En enero, Christophe Bigot, el "Monsieur Afrique" del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, realizó un viaje nada trivial a Malabo, Guinea Ecuatorial. Si entre París y Malabo las relaciones diplomáticas son tensas, sobre todo desde el verano de 2021 — las representaciones diplomáticas europeas, en particular la francesa, habían salido de Malabo —, queda un expediente pendiente: 42, Avenue Foch en París. En esta dirección se encuentra uno de los símbolos de la ganancias mal habidas.
En esta mansión del distrito 105, las 4 habitaciones que se distribuyen en cinco niveles marearon a la policía cuando realizó un registro. Efectivamente, en estos 000 metros cuadrados han descubierto un hammam, una discoteca o incluso… una peluquería. Sin mencionar los muchos artículos de lujo descubiertos. Todas pertenecientes a Teodoro Obiang, hijo del jefe de Estado ecuatoguineano, también vicepresidente y delfín programado de su padre.
Problema: este edificio está ocupado por la embajada de Guinea Ecuatorial. Sin embargo, la justicia francesa sigue amenazando con apoderarse de la mansión. Lo que revuelven un poco más los dos países. Por lo tanto, Christophe Bigot estuvo en Malabo exclusivamente para discutir esta propiedad. El Quai d'Orsay quiere encontrar una salida a la crisis de este edificio parisino. Pero, ¿qué soluciones están disponibles para ambas partes?
¿Hacia una reunión Macron-Obiang?
El pasado mes de junio, todo parecía atado: a pesar, según la ONG anticorrupción Transparencia Internacional (TIF), de un "último y patético intento de Guinea Ecuatorial de recuperar el edificio de la avenida Foch contra todas las pruebas legales", el recurso de Ecuatorial Guinea para tratar de recuperar su propiedad había sido denegada. Se trataba entonces de organizar, en cumplimiento de la ley de 4 de agosto de 2021 que ordena la restitución de bienes adquiridos ilícitamente, la restitución efectiva de la venta del inmueble en beneficio del pueblo ecuatoguineano.
¿Tenía el “Mister Africa” del Quai d'Orsay otra solución que ofrecer a Malabo? Cuando al vicepresidente Teodorín Obiang le confiscaron su mansión, este último había recibido una pena condicional de tres años de prisión pero también una multa de 30 millones de euros.
Francia piensa en todo caso que hay que seguir discutiendo con Guinea Ecuatorial. Según Africa Intelligence, el presidente Macron le habría propuesto a Obiang "un cara a cara" para discutir este asunto por última vez y resolver el caso del 42 de la avenida Foch.
Esta sería entonces la conclusión del caso de ganancias ilícitas. Porque el pasado 20 de enero se celebró la subasta de los bienes muebles de Teodorín Obiang incautados por la justicia, hallados en el palacete.