Nueve soldados senegaleses fueron capturados y dos asesinados en la frontera sur de Gambia por los rebeldes de Casamance del MFDC. ¿Qué podría reactivar las hostilidades en la región?
Dos soldados senegaleses muertos y nueve tomados como rehenes. Aquí está el informe de un ataque del Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) contra una patrulla de MICEGA, la misión de los Cascos Blancos en Gambia. Los soldados estaban presentes en Biwam, en el sur de Gambia, como parte de un peinado de los bosques donde la tala de madera de teca, una fuente de ingresos para los rebeldes de Casamance, está obstaculizando las conversaciones entre el gobierno senegalés y el MFDC.
Pero con este ataque deliberado, las negociaciones de alto el fuego, que comenzaron en marzo pasado, bien podrían llegar a su fin. Sobre todo porque las explicaciones del grupo rebelde están luchando por convencer.
El MFDC recuerda a la buena memoria de Yahya Jammeh
En un video, vemos a uno de los líderes del MFDC, Salif Sadio, dirigiéndose a los soldados capturados. Su retórica, casi la de un panafricano de convicción: “No debería haber guerra entre Senegal y Casamance, los Estados Unidos de África podrían empezar aquí”. Pero, concretamente, en el contexto de un conflicto entre el Estado y los rebeldes, ¿es creíble este discurso? El MFDC es, ante todo, un movimiento separatista que pide la escisión de Senegal. Entonces, los medios pro-MFDC -como Senegal 7-, con un discurso recordando que “el movimiento no está en conflicto con los gambianos”, parecen mucho más nostálgicos de la era Yahya Jammeh que disgustados por esta nueva escalada de violencia.
Este nuevo ataque del MFDC, el primero en años, es uno de los pocos que tienen lugar en la frontera de Gambia. El hecho de que el enfrentamiento se produzca poco después de la reelección de Adama Barrow como presidente de Gambia probablemente no sea trivial. Desde el exilio forzoso del ex dictador gambiano Yahya Jammeh, el MFDC ha perdido su principal apoyo en la región.
El tráfico de madera en el centro del conflicto de Casamance
Pero es sobre todo la financiación del MFDC la que se ha visto amenazada por el cambio de liderazgo en Gambia. Desde un alto el fuego inicial entre el MFDC y el estado senegalés en 2014, el movimiento rebelde ha sido bastante pasivo. El gobierno senegalés, sin embargo, culpa al MFDC de ataques ocasionales desde entonces. En el centro del conflicto, el tráfico de madera entre Casamance y Gambia, primera fuente de ingresos de los rebeldes.
Sin embargo, las fuerzas de MICEGA, pertenecientes a los Cascos Blancos de la CEDEAO y compuestas en su mayoría por soldados senegaleses, están presentes en el sur de Gambia a petición del presidente Adama Barrow. Sólo aquí, con los soldados impidiendo el tráfico de madera, el MFDC se encuentra asfixiado económicamente. Otro duro golpe tras la muerte del fundador del movimiento, el padre Diamacoune Senghor, en 2007. De hecho, desde entonces, el MFDC se ha dividido en pequeños grupos cuyos métodos operativos difieren. Mientras unos prefieren la lucha política, otros –como prueba el atentado del lunes– optan por el conflicto armado.
Entre estos últimos, por tanto, se encuentra la facción de Salif Sadio, activa en Bwiam, donde se produjo el ataque. El MFDC deplora "las incursiones del ejército senegalés desplegado en la misión de la CEDEAO desde territorio gambiano". Sin embargo, dado que Senegal no reconoce la autoproclamada autonomía de Casamance, este argumento no se sostiene contra el asesinato y la captura de soldados.
Según el cuartel general del ejército senegalés, 77 camiones que transportaban madera ilegalmente desde Casamance han sido detenidos en la frontera con Gambia en los últimos cinco meses. Si es cierto que este ataque complica las discusiones para el alto el fuego, la reacción del ejército senegalés debería estar a la altura del ataque.
Por otra parte, el ministro de las Fuerzas Armadas de Senegal, Sidiki Kaba, insistió en el secreto de la operación militar destinada a encontrar y rescatar a los nueve militares secuestrados. Por su parte, las autoridades militares de Gambia han anunciado la formación de un grupo de trabajo para ayudar al contingente senegalés de MICEGA.