Tras amargas discusiones entre Kaïs Saïed y la secretaria general de la Organización Internacional de la Francofonía, Louise Mushikiwabo, esta última desea retirar de Túnez la organización de la Cumbre de la Francofonía prevista para noviembre en Djerba.
La Cumbre de la Francofonía, que tendrá lugar los días 20 y 21 de noviembre en la isla tunecina de Djerba, Desde hace varias semanas ya se convirtió en un fiasco. Las licitaciones fueron lanzadas por el municipio de Houmt Souk a fines de julio, menos de cuatro meses antes del evento. Un retraso que rápidamente pareció imposible de recuperar. Sobre todo porque varios otros escándalos han venido a puntuar la preparación de esta cumbre, entre ellos la "desaparición" de 7,5 millones de euros. El ministro de Relaciones Exteriores de Túnez en ese momento, Othmane Jerandi, no pudo explicar este enorme agujero en las arcas del Estado.
En círculos cercanos al palacio de Cartago, las opiniones son unánimes: si lanzó las invitaciones a sus homólogos durante sus diversos viajes, el presidente Kaïs Saïed siempre se ha mostrado reacio a acoger una cumbre que resulta cara, en un período marcado por una aguda crisis política . Si bien el exjefe de Gobierno Hichem Mechichi había propuesto, en junio pasado, volver a aplazar la cumbre -se decidió un primer aplazamiento por la crisis sanitaria-, el jefe de Estado no quiso saber nada. Para hacerlo mejor, entonces, ¿cancelar la Cumbre de la Francofonía, que sabíamos que era imposible de organizar en unos meses?
¿Puede Francia recuperar la organización de la cumbre?
Alertada por el retraso de los organizadores, la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) quiso asegurarse de que Túnez reduciría los tiempos de preparación. La Secretaria General de la OIF, la ruandesa Louise Mushikiwabo, fue a Djerba el 10 de junio. Durante esta visita, quiso evitar mencionar la desaparición de 7,5 millones de euros, creyendo que estos serían devueltos rápidamente a las arcas de los organizadores del evento. Al final de su visita, la ruandesa también adoptó un tono optimista. Pero la preocupación ahora está dentro de la OIF. Fuentes cercanas a la organización dicen que bien podría hacerse cargo de la organización de la cumbre de manos de los tunecinos. Se consideraron dos opciones: cancelación del evento y cambio de país anfitrión. Estas fuentes evocan así una cumbre que podría organizarse en Francia.
Pero en el lado de Cartago, eso sería un terrible rechazo. Según información del Journal de d'Afrique, este miércoles 29 de septiembre Louise Mushikiwabo y Kaïs Saïed hablaron por teléfono. Según los informes, el presidente de la República de Túnez y el secretario general de la OIF no han logrado llegar a un compromiso y, por lo tanto, Ruanda planea ir a Túnez el próximo fin de semana para pronunciarse sobre la cancelación o el aplazamiento de la cumbre de la Francofonía. La OIF estaría decidida a retirar la cumbre de Túnez. Esta es la cumbre del cincuentenario y, por tanto, para la OIF no hay duda de que se corre el riesgo de una organización caótica. Kaïs Saïed intentará por última vez defender la causa tunecina. Pero sus posibilidades de mantener la organización de la cumbre son ahora muy escasas.