El presidente del Nápoles ha indicado que ya no quiere contratar internacionales africanos, negándose a pagar los sueldos de los futbolistas que corren el riesgo de ausentarse durante las Copas Africanas de Naciones.
Durante una entrevista para el wall street italia, el presidente del club Napoli, Aurelio De Laurentiis, lanzó un auténtico bombazo. Ciertamente, dijo el dirigente del club italiano, le gustan los africanos. Pero los jugadores del continente ya no serán bienvenidos en Nápoles. La razón ? La Copa Africana de Naciones (CAN), que suele ocurrir a mitad de temporada, lo que dificulta la estabilidad de los equipos.
De Laurentiis sabe de lo que habla: desde Victor Osimhen, el Super Eagle, hasta el camerunés André-Franck Zambo Anguissa, pasando por Fennec Adam Ounas, el Nápoles perderá varios jugadores durante la próxima CAN que tendrá lugar en Costa de Marfil.
¿Declaraciones racistas?
Pero, ¿es esta una razón para anunciar que ya no reclutará jugadores africanos? Y, sobre todo, ¿la decisión del presidente napolitano no corre el riesgo de sentar un precedente y alentar a otros clubes a discriminar a los internacionales africanos?
❓⚽️ El presidente del club de fútbol del Nápoles, Aurelio De Laurentiis, anunció durante una entrevista que ya no quiere reclutar jugadores africanos mientras participen en la CAN. ¿Hay riesgo de que otros clubes sigan los pasos de De Laurentiis? pic.twitter.com/5rw3pAU67V
— Noticias de llamadas RFI (@AppelsActu) 5 de agosto de 2022
“No me hables más de futbolistas africanos. No aguanto más, siempre y cuando la Copa Africana de Naciones se organice a mitad de temporada. A menos que dejen de discutir. Nos encontramos como idiotas pagando sueldos para mandarlos a jugar a otro lado”, dice el dirigente.
Ya durante la última CAN, el club inglés Watford bloqueó durante un tiempo la participación de la delantera Ismaïla Sarr en la competición. La Federación Senegalesa de Fútbol (FSF) pidió entonces a la FIFA que interviniera. El Nápoles también había querido privar a la selección nigeriana de su delantero Victor Osimhen y el club suizo FC Basel había impedido que Nasser Djiga se incorporara a Burkina Faso.
Sin embargo, la CAN no es una competición nueva: todos los clubes europeos saben que la competición continental les va a privar de alguno de sus jugadores. Para el marfileño Sébastien Haller, hay una auténtica "falta de respeto" por parte de los medios a la hora de suscitar el debate sobre si jugar o no la CAN a los jugadores africanos.
En ese momento, el marfileño preguntó: “¿Le harías esta pregunta a un jugador europeo antes de una Eurocopa? Por supuesto que voy a jugar CAN. Es el mayor honor. Y claro que me hubiera gustado volar entre los dos para poder jugar contra Utrecht y PSV, pero es sencillamente imposible”.
¿Se debe revisar el formato CAN?
La salida de De Laurentiis causó muchos revuelos. Mucho antes que él, muchos dirigentes ya denigraban la competición africana. Para el francés Patrick Vieira, la CAN no se respeta. El británico Ian Wright hace una pregunta real: "¿Hay un torneo más despreciado que la Copa Africana de Naciones?" Jugamos nuestra Eurocopa en diez países en plena pandemia y no hay problemas. Pero Camerún, un solo país anfitrión de un torneo, es un problema”. Y el jugador para evocar un cierto “racismo”.
Un amigo cercano de la Confederación Africana de Fútbol, sin embargo, encuentra algunas circunstancias atenuantes para el presidente de Nápoles: “La Copa Africana de Naciones se juega cada 2 años, mientras que la Eurocopa se juega cada 4 años. ¿Quizás debería revisarse la periodicidad de esta competición? Otro argumento: la CAN rara vez se juega en verano, en los descansos. Qué volver a preguntar si no se debe revisar el calendario... Sobre todo porque los jugadores africanos que juegan en Europa a menudo tienen problemas para hacer valer sus derechos ante sus empleadores. En 2019 el debate había sido menos amargo, la CAN se jugaba en verano.
Aún así, es probable que el problema empeore debido a... FIFA. De hecho, el jefe del fútbol mundial está haciendo campaña por una copa del mundo cada dos años. Suficiente para sobrecargar el calendario internacional.