La ONU está preocupada por el aumento de los océanos del mundo. En África, 117 millones de personas podrían sufrir las consecuencias para 2030.
El aumento del nivel del mar, particularmente debido al calentamiento global, “no es solo una amenaza en sí misma. Es un multiplicador de amenazas. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dio la voz de alarma este martes. El funcionario internacional cree que el aumento del nivel del mar tendrá consecuencias para los pequeños estados insulares amenazados de extinción, pero no solo. Según él, se dificultará el acceso al agua, a los alimentos ya la atención de la salud. Una de cada diez personas en el mundo será víctima, de una forma u otra, de este fenómeno.
En África, varias regiones podrían tener que sufrir las consecuencias de la crecida de las aguas. Un estudio del Centro Africano de Estudios Estratégicos, publicado a fines del año pasado, afirma que "el aumento del nivel del mar amenaza a docenas de metrópolis costeras en auge de África, lo que lleva a la reducción de la superficie terrestre, inundaciones costeras, marejadas ciclónicas más fuertes y la necesidad de una mejor mitigación".
África del Norte y África Occidental, ¿primeras víctimas?
En otras palabras, África debe asumir dos desafíos al mismo tiempo: por un lado, el riesgo de aumento del nivel del mar, que comenzó hace 2030 años pero se agrava; por otro, el aspecto demográfico con el continuo aumento de la población de los pueblos costeros. Para 0,3, según varios estudios, el nivel del mar debería aumentar 117 metros. Un metro a finales de siglo. “Lo que afectaría a XNUMX millones de africanos” a corto plazo, según el Centro Africano de Estudios Estratégicos.
Este último toma los ejemplos de Egipto y Nigeria, los cuales tienen metrópolis de alta densidad cerca de la costa. "En Egipto, un aumento del nivel del mar de 0,5 a 1 metro provocaría que la costa se desplazara varios kilómetros hacia el interior, sumergiendo gran parte del delta del Nilo".
A más largo plazo, otros países podrían verse afectados. Un estudio de 20 expertos en cambio climático indica que, si no se hace nada para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, siete grandes ciudades africanas podrían quedar cubiertas por las olas antes de 2100. Además de Alejandría en Egipto, los expertos imaginan como Lomé en Togo o Ciudad del Cabo en el Sur África podría verse afectada. El norte de África es particularmente propenso a sufrir la crecida de las aguas: Tánger, Annaba o incluso Djerba podrían dejar de ser los mismos dentro de unas décadas.